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El IMSS da a conocer que el número de asegurados se incrementa en 113,850 en septiembre, lo que representa el segundo mes consecutivo de avances.


Si bien el dato pareciera ser muy bueno, en realidad septiembre es un mes con elevada creación de empleo (promedia 126 mil puestos desde el 2010).


Con cifras ajustadas por estacionalidad, el dato oscilaría cerca de los 32 mil puestos (el promedio es de 50 mil puestos en meses sin recesión). No obstante es clara la mejoría respecto a meses previos.


La recuperación del empleo ha sido muy heterogénea. Las manufacturas han recuperado 133,628 puestos desde su mínimo en junio. La construcción suma 179,955 puestos desde su mínimo en mayo. El comercio apenas suma 12,914 puestos desde junio y los servicios sociales 39,270 desde julio.


Los servicios a las empresas continúan presentado reducción de personal y están 9.3% por debajo de sus máximos.


El repunte de la actividad industrial permite una recontratación del personal en manufacturas y construcción.


La situación es muy diferente en el área de servicios, que son las más afectadas por la pandemia. La relajación de las medidas sanitarias en los comercios puede permitir una mayor velocidad en la dinámica de actividad y empleo de estos sectores.


Los salarios promedio se mantienen por encima de la inflación, al crecer 7.5% anual. Esta dinámica de salarios y recuperación del empleo deberá beneficiar al consumo en los próximos meses.

El efecto de la pandemia ha sido notorio en la mayoría de las economías. En Estados Unidos el PIB se contrae 9% anual en el segundo trimestre, mientras que en México cae 18.7%.


Sin embargo el comportamiento a nivel sectorial ha sido muy diverso, con industrias resistentes, incluso ganadoras y otras muy golpeadas.


Por ejemplo, la industria aérea en México ha promediado caídas en el volumen de pasajeros de 68% desde el comienzo de la pandemia. Ya a septiembre las caídas se moderan a aproximadamente 46%. En promedio el sector del transporte tiene caídas del 22%.


Los hoteles mantienen ocupación entre 20-30% con datos a finales de agosto. La construcción es otro sector muy afectado con caídas de 23.7% a julio. La falta de inversión pública y privada provoca bajos números en la construcción.


El sector manufacturero ha tenido una recuperación rápida sensible. Con datos a julio caen 9.5% anual, sin embargo la industria de las bebidas avanza 1.2%, mientras la alimentaria solo cae -1.1%, Normalmente alimentos y bebidas son bastante resistentes en las fases recesivas.


Aparatos eléctricos retrocede solo 2% anual y cómputo 2.3%. Este tipo de bienes registra una demanda firme por las nuevas modalidades de trabajo en casa o a distancia, desarrolladas a partir de la pandemia.


También la industria automotriz mejora tras su casi interrupción en producción. Con datos a septiembre la producción solo está 5.5% debajo de 2019.


Las actividades agropecuarias avanzan 10% anual, impulsadas por un buen comportamiento de las exportaciones.


El comercio minorista mejora notablemente en los últimos meses. Las ventas ANTAD están 3% nominal por debajo de un año antes, en comparación del -22.9% que se registró en abril.


Los servicios profesionales y corporativos se encuentran en el mismo nivel que un año antes. Los servicios financieros e inmobiliarios apenas caen 1.2%


En general los sectores más afectados en esta pandemia son los servicios de alto contacto personal como restaurantes, casinos, hoteles, transporte. Mientras que las actividades resistentes y ganadoras están relacionadas con el consumo básico, las exportaciones y/o la nueva economía que ha generado la pandemia.

Con datos a agosto, la BEA informa que el consumo en EU cayó 3.2% anual, aunque se ha recuperado 17% desde abril.

Lo más sorprendente es que el consumo de bienes aumenta 5.8% anual, mientras la demanda de servicios sufre una caída de 7.2% anual.


Este comportamiento se presenta en diferentes economías. En Europa, las ventas minoristas aumentan 4% anual en agosto. En Chile el retail también se recupera y ya crece 2.5% anual en agosto, en Brasil avanza 5.5% en julio y aquí en México las ventas ANTAD pasan de -22.9% nominal en abril a -3% en agosto.


¿Esto quiere decir que el consumo se mantiene fuerte?


No necesariamente, existen algunos factores que inciden a favor de la demanda de bienes. Uno de ellos son los programas de apoyo (transferencias de efectivo), lo que da un mayor poder adquisitivo temporal.


Otro factor es la transferencia del gasto de servicios a bienes. Al ser el sector servicios más intensivo en la interacción de la gente, el consumidor redirecciona su gasto a la compra de bienes que se requieren en esta coyuntura (celulares, computadoras, artículos de salud y limpieza, alimentos, etc.)


Los rubros de transporte, alojamiento, restaurantes, ocio son los más afectados. En el neto del consumo, sigue pesando la caída de la demanda de servicios sobre la mejoría del consumo de bienes.


Para México, las restricciones oficiales y las mismas decisiones de los consumidores, siguen afectando de manera significativa al turismo, una industria altamente generadora de empleo y de divisas. La evolución de la pandemia será crucial para esta industria.


Por otra parte, de materializase un nuevo paquete de estímulos fiscales en EU, serviría para seguir impulsando la demanda de bienes exportados por México.

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