Ayer el INEGI dio a conocer que las exportaciones automotrices en junio fueron 196,173 unidades, que se compara con las 27,889 y 15,088 unidades que se exportaron en abril y mayo.
No obstante, todavía el reporte de junio representa una contracción interanual de 38.8%.
La mejoría también se ve en los datos de producción, que ascendieron a 238,946 unidades frente a las 22,119 del mes previo. En términos interanuales la producción cae 29.2%.
La industria automotriz fue severamente afectada al ser declarada como no esencial en México y por la suspensión de producción en EU.
Al igual que en 2009, la recuperación de la actividad económica se está gestando a partir del sector externo. El vínculo comercial y estratégico con EU es clave en la crisis actual dadas las condiciones del consumo y la inversión privada y pública en México.
Será importante ver la evolución del dinamismo de la demanda externa, que estará sujeta a un control exitoso de la pandemia. Solo en ese escenario se podrá avanzar en una normalización muy gradual hacia los niveles de demanda del 2019.
Las remesas a México aumentaron 3.0% en mayo a tasa anual, pese a la recesión económica que se vive en EU.
El dato cobra importancia si lo ponemos en el contexto regional, ya que los envíos a Guatemala (-14.3%), El Salvador (-18%), Colombia (-27.5%) cayeron. Solo República Dominicana registra un aumento de 17.8%.
El aumento de remesas recibidas se enmarca en la recuperación de 7.5 millones de puestos de trabajo en EU en mayo-junio (se perdieron 22.16 millones en marzo-abril).
La antigüedad y especialización de los trabajadores mexicanos puede explicar las diferencias en los envíos de remesas a
México respecto a otros destinos de Latinoamérica.
Prácticamente la tendencia de largo plazo de los flujos de remesas a nuestro país no se ha modificado, pese a la fuerte pérdida de empleo en EU.
Si se considera el monto en pesos de remesas, el aumento anual es aún mayor.
Definitivamente, el sector externo se mantiene como el motor de la economía mexicana.
Espere un repunte sensible de las exportaciones mexicanas en junio, aunque a niveles inferiores a los del año pasado.
Durante el fin de semana se dieron a conocer algunos datos económicos en China.
Sobresale la producción industrial, que tiene un avance interanual de 4.4% en mayo. Este es el indicador que se encuentra más cercano a los niveles previos a la cuarentena.
Los datos de inversión fija bruta muestran una caída de 6.3%. Las ventas minoristas caen 2.8%. Ambos indicadores ligan cinco meses con caídas anuales.
Las medidas de restricción a la movilidad sumada a las precauciones que toman las personas provocan menores niveles de consumo, especialmente en actividades de mayor riesgo de contagio.
Es posible que el mejor dinamismo de la industria refleje el rezago de lo que dejo de producir durante la cuarentena.
Sin embargo, no pueden descartarse el riesgo de nuevos brotes de coronavirus que impliquen una moderación de la reapertura. Se han reportado nuevos casos en Pekín en los últimos días con foco en un mercado de alimentos.
De cualquier manera, el ritmo de recuperación económica de China, nos permite prever que la recuperación será lenta para otras economías, en especial si el mercado laboral ha sido muy afectado, como es el caso de EU y México.