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Con información del BLS, la información mensual en EEUU fue de 0.38% mensual, con lo que la tasa anual pasa de 3.17 a 3.47%. El dato sorprendió a los mercados, que reaccionan con un fortalecimiento del dólar, ajuste de bolsas y repunte de los bonos del tesoro.


El rubro subyacente, que excluye alimentos y energía reporta una tasa mensual de 0.36%, lo que equivale a un avance de 3.79%. Este rubro no da señales de un progreso adicional en el proceso de desinflación, por lo que es probable que veamos una estabilización de la inflación arriba del objetivo del 2%.


Servicios como el transporte (1.5% mensual), servicios médicos (0.6%) y rentas (0.5%) llevan meses por encima del 2%, y a ello se le suma el repunte de la gasolina y de la electricidad.


En México la inflación pasa de 4.4 a 4.42% anual, y el componente subyacente mantiene una inercia cercana al 4.5% anualizado en los últimos tres meses. Servicios es el principal responsable con incrementos del 7.6% en este lapso. Por su parte mercancías (2%) y alimentos (3.9%) muestran una mejoría importante ante la apreciación del tipo de cambio.


Como se observa tanto en México como en EEUU los servicios siguen generando presiones inflacionarias. Si bien en nuestro país existen rubros que están contenidos, un eventual repunte de commodities o menor fortaleza cambiaria incidiría en un repunte de la inflación de bienes.


Con los datos conocidos es muy posible que la inflación termine el año por encima de las proyecciones de los bancos centrales, con lo cual se anticipa un escenario de volatilidad en los mercados.  

Con información del IMSS, el empleo en el sector construcción retrocedió en 41 mil puestos durante marzo, algo atípico para ese mes. En el empleo de toda la economía se perdieron 465 puestos en el mes, cifra que va más allá del efecto estacional de semana santa.


Llama la atención el recorte de 8 mil puestos en construcción en CDMX, 3,585 en Jalisco, 5,753 en Quintana Roo, 3,516 en Tabasco y 2,684 en Yucatán. Si bien la pérdida de empleos en estos tres últimos estados puede deberse a la finalización o interrupción de Dos Bocas y el Tren Maya, los recortes en CDMX y Jalisco sugieren que la debilidad tiene además otras causas.


Por otra parte, el sector manufacturero reporta una pérdida de 107 puestos de trabajo, una cifra que refleja la debilidad del sector en los últimos trimestres. En un comparativo de 12 meses, los puestos generados en esta industria apenas son de 10,616, muy por debajo de la creación de años previos (aproximadamente 200 mil).


Cabe mencionar que la encuesta PMI de manufacturas de INEGI reportó un salto importante en marzo, a niveles de expansión desde zona de contracción. Y la encuesta de manufacturas en EEUU también se coló a zona de expansión, por lo que podría haber una reactivación del empleo en el sector exportador de manufacturas en próximos meses.


El sector comercio muestra aun una inercia saludable, al generar casi 20 mil puestos durante marzo. En el plazo de doce meses la cantidad de empleo creado es de 147 mil puestos.


Los servicios generan 9 mil empleos en marzo, y avanzan a un ritmo de 2.5% anual, muy similar al crecimiento de la economía.


En general, los datos de empleo muestran un debilitamiento del ritmo de crecimiento de la economía, principalmente en la industria.


Considerando que el avance de servicios ya está normalizado (post-pandemia) la expectativa de empleo y por lo tanto de crecimiento luce más acotada.

Con información de la encuesta de empleo (ENOE), la masa salarial real (empleados x salarios) avanza 0.7 % mensual durante febrero, para alcanzar un crecimiento anual de 8.3%.


En esta encuesta los salarios promedio de todos los trabajadores del país, ya sean formales o informales, avanzan 7.4% después de inflación (12% nominal), lo cual es un aumento muy significativo.


El crecimiento del empleo es de 1.8% anual. El empleo formal crece 4.1% (superior al 3% que reporta el IMSS) mientras el empleo informal se estanca.


Este comportamiento del empleo informal no es común, lo que sugiere que los aumentos de los salarios en el sector formal permiten una migración de la informalidad a este sector.


La tasa de informalidad pasa de 55.5 a 54.4% del total de empleados en un lapso de doce meses, lo que es consistente con la hipótesis.


La tasa de desempleo se ubica en 2.6%, la más baja desde que se tiene registro. El subempleo se encuentra en 6.7%, nivel similar al nivel que tenía antes de la pandemia.


El mercado laboral luce muy apretado, con poco desempleo y ya normalizado postpandemia. Los salarios continúan creciendo muy por encima de inflación.


Este escenario presenta un reto para las empresas para encontrar personal calificado en un stock de gente disponible muy limitado, y con costos significativamente mayores a los de años previos.

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