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La Reserva Federal mantuvo sin cambios la tasa de fed funds en el rango de 5.25-5.50%, y además actualizó sus pronósticos de variables macroeconómicas.


Revisa a la baja los estimados de tasas de interés para el siguiente año a un nivel de 4.6%, desde un 5.1% en las proyecciones de septiembre, y a 3.6% desde 3.9% para finales del 2025.


La FED ajusta levemente el pronóstico de inflación: 2.4% al cierre del 2024, un baja de solo 0.1 puntos respecto a la estimación previa, y para el 2025 finalizaría en 2.1%, contra un 2.2% de lo previsto en septiembre.


La combinación de nuevas expectativas de tasas e inflación significan una menor tasa real implícita. Para 2024 baja de 2.6 a 2.2% y para 2025 cae de 1.7 a 1.5%.


Por su parte el mercado de futuros espera seis recortes de un cuarto de punto de la tasa de interés para el siguiente año, mucho mayor a la expectativa de la FED de solo tres veces.


Ante esta revisión de expectativas, las bolsas de valores reaccionan con fuerza y los índices en EE. UU. cotizan cerca de máximos históricos.


Banxico reconoce el avance de la desinflación, pero reconoce la persistencia de la inflación subyacente, principalmente en alimentos y servicios. Deja sin cambio la tasa de interés en 11.25%, y repite que espera permanezcan en ese nivel por cierto tiempo más, enfriando la expectativa de recorte de tasas a inicios del 2024. Considera que el sesgo de riesgos para la inflación es al alza.


La Bolsa Mexicana también repunta con fuerza y alcanza nuevos máximos históricos.


La euforia de los mercados no es una apuesta segura. El dólar se debilita con el cambio de postura de la FED lo cual entraña el riesgo de alza de materias primas. Asimismo, una sorpresa negativa en la inflación subyacente (excluye alimentos y energéticos) en EE. UU. dejaría en una posición incómoda y de pérdida de credibilidad a la Reserva Federal.


En México, el aumento de 20% del salario mínimo alcanzará a un monto histórico de 34.7% de la fuerza laboral, lo cual aumentará la presión en costos laborales en la economía.


¿Están los mercados con la lectura correcta o es una euforia que enfrentará el check to reality en el 2024?

Con datos del Bureau of Labor Statistics, en octubre la inflación mensual en EEUU fue de 0.0%, influenciada por una caída de 5.0% en los precios de la gasolina.


Los precios del transporte aumentaron 0.8% mensual, ligando tres meses con incrementos significativos.


Además, los precios de las rentas, que tienen una gran incidencia en la inflación, avanzaron solamente 0.3% mensual, después de un fuerte rebote de 0.6% en septiembre.


Los precios de los alimentos crecieron 0.3% mensual, lo que pudiera complicar la convergencia de la inflación al 2% anual, que es la meta de la FED.


Los mercados reaccionaron con optimismo tras los datos de inflación. Las bolsas subieron, las tasas de bonos bajaron al disminuir la prima inflacionaria, las divisas avanzaron contra el dólar en un movimiento de menor aversión al riesgo y los commodities rebotaron moderadamente.


Típicamente este escenario es favorable para los precios de los commodities. Las cotizaciones de materias primas dependerán en gran medida de la fortaleza de la demanda de China y de la evolución del dólar.


El proceso de desinflación continúa, los obstáculos se ubican en la rigidez y presiones en servicios, y un posible rebote adicional de materias primas.

Con información del INEGI, la inflación anual en octubre fue de 4.26%, la menor desde febrero de 2021, en donde el componente no subyacente (frutas, pecuarios, energéticos) es de 0.56%, lo que ha permitido un mayor control de la inflación en los últimos meses.


Por su parte la inflación subyacente es de 5.50% anual, aun presionada por el impacto acumulado en alimentos y bebidas y una persistente inflación en servicios (excluyendo educación y vivienda).


Este componente tiene una inflación anualizada en los últimos tres meses de 6.6%, mientras que en alimentos se ha moderado a 4.4% y en mercancías a solo 2.2%.


Históricamente la inflación de servicios es más estable que el resto, por lo que será complicado una baja significativa en el corto plazo.


Banxico en su comunicado de política monetaria de ayer se muestra más complaciente con el desempeño de la inflación y deja abierta la puerta a la baja de tasas en los próximos meses.


Pensamos que la volatilidad del tipo de cambio, la inflación de servicios y el aumento del salario mínimo serán los determinantes de la magnitud de los ajustes en 2024.

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