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El día de ayer Banxico incrementó en 50 puntos base la tasa de interés de 1 día, que pasa de 6.5 a 7.0%. La decisión fue por mayoría, con un voto a favor de un alza de 75 puntos base.


El comunicado destaca la persistencia de la inflación subyacente y de commodities como riesgos al alza para la inflación. Entre los factores que podrían moderar la inflación señala una disminución del conflicto bélico, mejor funcionamiento de las cadenas de suministro y el efecto del Paquete Contra la Inflación y la Carestía como riesgos a la baja. El balance total de riesgos se encuentra sesgado a la alza y con deterioro.


Del comunicado resalta el siguiente extracto: “Ante un panorama más complejo para la inflación y sus expectativas se considerará actuar con mayor contundencia para lograr el objetivo de inflación”.


El Banco eleva el pronóstico de inflación de 5.5 a 6.4% para finales de año y de 5.2 a 5.9% para la inflación subyacente. Los estimados de finales de 2023 permanecen sin cambio.


No obstante, los pronósticos suponen una tendencia anualizada de 9.3% para el segundo trimestre y una fuerte baja a 4.4% y 4.5% anualizada en el tercer y cuarto trimestre, lo cual es un supuesto optimista.


Con el voto de 75 puntos base y la consideración a actuar con mayor contundencia, es probable ver un incremento de esa magnitud en la siguiente junta, en especial si los estimados de inflación son nuevamente rebasados.


Banxico reafirma la lucha contra la inflación y su autonomía, condiciones necesarias para la estabilidad cambiaria y financiera.


¿Hasta dónde aceptará Banxico elevar la tasa de política monetaria en su lucha contra la inflación?

Una gran disrupción en el suministro de petróleo, fertilizantes y comida derivada de la guerra en Ucrania causará inflación en los próximos años, por lo menos hasta el 2024, de acuerdo a un análisis del Banco Mundial.


La proveeduría de importantes insumos para el consumo humano y la industria se ve afectada por el conflicto bélico y las sanciones en contra de exportaciones de Rusia.


Los países en desarrollo y hogares con bajos ingresos aún en países desarrollados están ya siendo severamente afectados. El precio del trigo se encuentra en máximos históricos y el maíz alcanza las mayores cotizaciones de los últimos ocho años.


En México, la inflación de alimentos llega al 10.7% anual. Pecuarios, que incluye pollo, huevo, carne y mariscos ha aumentado 13.7%. El precio de la tortilla se ha incrementado 17.4% anual.


Rusia, representaba un 20% de las exportaciones de trigo a nivel mundial y Ucrania un 30%. De las exportaciones mundiales de maíz, Ucrania contribuía con un 20%. Rusia representaba un 20% de las exportaciones totales de fertilizantes.


El costo del transporte de estos productos ahora será mayor debido a que el petróleo se encuentra por encima de los $100 dólares el barril.


Rusia era el segundo productor de petróleo con más de 10 millones de barriles diarios después de Estados Unidos y por encima de Arabia Saudita.


Las sanciones contra Rusia obligarán a desarrollar nuevas rutas marítimas -no más eficientes- para el comercio de estos productos.


A continuación, una gráfica elaborada por el Banco Mundial sobre la participación de Rusia, Ucrania y Belarusia en la exportación de varias materias primas.


Además de acuerdos para intentar frenar el aumento de precios de productos básicos, que sí puede representar paliatiavos en situaciones de crisis, es importante desarrollar mecanismos de alivio para los hogares más vulnerables, pero sin olvidar que el mejor apoyo estructural es un empleo bien remunerado, para lo cual se requiere un ambiente propicio para la inversión.

Tanto el indicador manufacturero como el no manufacturero se mantuvieron arriba del umbral de 50 (zona de expansión) en abril.


El indicador manufacturero avanzó 0.6 unidades para ubicarse en 52.5 unidades. Sobresalen los componentes de nuevos pedidos (55.3) y producción (52.9). El empleo modera el ritmo al pasar de 50.7 a 50.3.


El indicador no manufacturero mantiene lecturas de crecimiento, aunque registra una baja marginal del dinamismo al pasar de 53.6 a 53.0. El empleo se acelera de 51.6 a 52.1.


La normalización de actividades en un entorno de mejoría sanitaria favorece de manera particular al sector no manufacturero (comercio y servicios).


La expansión registrada por los indicadores IMEF es consistente con la reanimación del crédito al consumo y a los negocios.


Esperamos que la consolidación de la normalización de actividades mantenga el impulso del sector servicios.


A su vez, el sector manufacturero encuentra apoyo vía exportaciones en las manufacturas de EEUU, cuyo indicador de abril elaborado por el Institute of Supply Management (ISM) se mantiene en zona de expansión en 55.4 aunque a un ritmo menor que en marzo (57.1).


Los riesgos se ubican en la disponibilidad de insumos generados por las medidas restrictivas adoptadas por China ante el repunte de casos Covid19 así como por los efectos de la guerra en Ucrania.


La inflación es un riesgo global que amenaza con mermar la demanda agregada al erosionar el poder adquisitivo de la población y el costo de las inversiones para las empresas.

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