La productividad es definida como el valor de la producción entre las horas trabajadas.
En medida que la producción aumenta más que las horas trabajadas la productividad crece.
De acuerdo con el INEGI, la productividad en las manufacturas ha crecido 5.1% respecto al último trimestre del 2019. Este índice llega a niveles observados en 2016.
También el comercio presenta un aumento en la productividad. El incremento es de 6.5% para el comercio mayorista y 6.7% para el comercio minorista respecto a los registros previos a la pandemia.
Estos sectores (manufacturas, comercio mayorista y minorista) representan una fuente importante de empleo. El aumento de la productividad favorece las expectativas de crecimiento de estas actividades y de las remuneraciones que pagan.
El crecimiento de las economías en el mediano y largo plazo está determinado por el crecimiento de la fuerza laboral y la productividad.
Dado que se espera poco crecimiento de la fuerza laboral en las próximas décadas, el crecimiento económico dependerá principalmente de la productividad.
Los impactos de la pandemia han obligado a los negocios a innovarse, y lograr mayores eficiencias. El desarrollo del capital humano y el uso de la tecnología juegan un papel importante.
¿Se mantendrá el impulso en curso de la productividad en los años siguientes? ¿Qué iniciativas están tomando en su empresa para incrementarla?
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