De acuerdo con datos del IMSS, la creación de empleo formal en septiembre fue de 172,492 puestos, el segundo mejor avance de la historia para ese mes. El dato continúa un aumento del empleo también notable en agosto.
En el mes destacan la creación de casi 30 mil puestos en manufacturas, 31 mil en comercio y 41 mil en servicios sociales.
En lo que va del año la creación de puestos de trabajo es de 789,120 puestos. Las manufacturas lideran con 268 mil plazas, seguidos por los servicios empresariales con 160 mil puestos.
El crecimiento anual del empleo es de 4%, una cifra que claramente aleja los temores de recesión en el corto plazo.
A nivel sectorial los crecimientos son de 3.7% anual en manufacturas, 5% en construcción, 3.8% comercio, 4.8% servicios empresariales, 2.1% servicios sociales y sorprendentemente 7.5% transporte y comunicaciones.
El empleo se beneficia de la fuerte demanda de exportaciones de bienes hacia EEUU que impulsa el sector exportador y de la recuperación del mercado interno.
Hacia adelante la evolución de la economía en EEUU será un factor determinante para la evolución del empleo local.
De acuerdo al modelo de The Conference Board, el país vecino tiene 96% de probabilidades de entrar en recesión a finales de este año, por lo que pudiéramos ver una afectación del empleo en México en el siguiente año.
En este contexto es fundamental que se generen las condiciones de estado de derecho para que el país aproveche al máximo las oportunidades que el nearshoring (acercamiento de la producción a los centros de consumo) ofrece al país. No hay mejor alternativa para la región de Norteamérica que las que puede ofrecer México en términos de disponibilidad de mano de obra y cercanía logística.
Sin embargo, es necesario ofrecer certidumbre de disponibilidad y capacidad de transmisión de energía eléctrica limpia para el cumplimiento de estándares internacionales de las empresas, seguridad para las personas y tránsito de mercancías, y cumplimiento de los tratados internacionales.
La oportunidad es histórica. No aprovecharla se reflejará en menor cantidad y calidad de empleos, nivel de ingreso de la población y desarrollo tecnológico.