El INEGI informa que la inflación al consumidor alcanza 7.37% de forma anual, el dato más alto desde diciembre de 2001, año en el que Banxico estrenaba el esquema de metas de inflación.
También la inflación subyacente reporta el valor más alto desde noviembre de 2001, alcanzando un 5.67% interanual.
Los precios de los alimentos procesados se han disparado en los últimos meses. Bajo una métrica anual crecen 7.6%, aunque en los últimos cinco meses promedian un incremento anualizado de 8.9%.
Las frutas, verduras y pecuarios (medidos en la no subyacente) crecen 8% mensual (mayor incremento para un mes desde marzo de 2013), y alcanzan un 17.8% anual.
El aumento de los precios de estos bienes es importante, ya que es normal que los estratos bajos de ingreso dediquen una parte significativa de su ingreso a estos rubros de consumo, por lo cual un aumento importante disminuye fuertemente su capacidad de compra.
También el precio de las mercancías no alimenticias se incrementa y alcanza el 6.9%, su valor más alto desde el 2000.
Los servicios se han mantenido relativamente estables, aunque en un nivel de 3.9%.
Para el 2022 el incremento del salario mínimo será de 22%, del cual un 9% es un incremento y el resto se le conoce como MIR, que no aplica para revisiones salariales de ingresos más altos.
¿Estará preparada para la economía para estos aumentos salariales sin afectar aún más a la inflación?