El Banco de México, dio a conocer en su Informe Trimestral una baja en su pronóstico de crecimiento, a un rango de 1.9 a 2.9% para este año, con un escenario central en 2.4%, en comparación con un rango de 2.2 a 3.4%, con punto medio en 2.8% en la revisión previa.
Entre los riesgos a la baja para el crecimiento señala una menor demanda externa de EEUU, riesgos geopolíticos, menor gasto público, inversión y fenómenos meteorológicos que afecten la actividad económica.
Entre los factores potenciales que aumentarían el crecimiento Banxico apunta un mayor crecimiento en EEUU, resiliencia de la actividad local, mayor gasto público y que el TMEC pueda atraer mayores inversiones.
Por lo pronto se vuelve a revisar a la baja por parte del Bureau of Economic Research el dato de crecimiento del PIB en EEUU en el primer trimestre, de 1.6 a 1.3%. No obstante, las importaciones crecen 7.7%, lo que muestra que la demanda de bienes del exterior es alta.
Sin embargo, la demanda de bienes durables cayó 4.1% anualizado, que representan una buena parte de las exportaciones mexicanas mientras que los servicios crecieron 3.9%.
Existe aún incertidumbre sobre el sector exportador, que reporta algunos datos que apuntan a la debilidad (ver Exportaciones frenan recuperación en la entrega de Buena Economía de mayo 28). Lo que es un hecho es que México se ha convertido en el primer socio comercial de EEUU, superando a China.
La evolución de las inversiones relacionadas al nearshoring y la ratificación del TMEC en el 2026 serán claves para definir el escenario de mediano plazo de las manufacturas locales, y por lo tanto del crecimiento.
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