El día de ayer Banco de México bajó la tasa de interés interbancaria a 1 día en 25 puntos base, para llevarla de 10.75% a 10.50%. La decisión se dio por mayoría, con 4 votos a favor de bajarla en esa magnitud y un voto disidente de Jonathan Heath a favor de dejarla sin cambio.
El ajuste de Banxico se da un entorno de mucha cautela, ante volatilidad del tipo de cambio y los riesgos internos y externos que atraviesa el país.
La siguiente semana será la toma de protesta de Claudia Sheinbaum, y poco a poco se conocerán las nuevas decisiones de la próxima administración.
Las elecciones presidenciales en EEUU implican riesgos concretos para México. Una victoria de Trump generaría una reacción de cautela de los mercados hacia los activos locales (Bolsa, peso, bonos) por su amenaza de aranceles a las importaciones, lo que afectaría la inversión extranjera en México y las exportaciones mexicanas. En el escenario de un triunfo de Kamala Harris sus propuestas de aumentar los impuestos a las corporaciones en EEUU podrían frenar la inversión privada y afectar la demanda de exportaciones mexicanas.
Banxico reconoce que la actividad económica local mantiene debilidad, y el balance de riesgos para el crecimiento se mantiene a la baja.
Asimismo reconoce riesgos para la inflación, aunque reconoce el progreso acumulado hasta ahora y revisa a la baja los estimados en el corto plazo. La Institución espera una inflación que cierre el año en 4.3% (frente al 4.4% previo), y mantiene sin cambio la expectativa de 3% para el siguiente.
De materializarse estos pronósticos el programa monetario de Banxico sería recortar las tasas de interés en los siguientes meses de manera gradual.
Influirá mucho la postura de la Reserva Federal, para lo cual los estimados de crecimiento de EEUU para el tercer trimestre que fluctúan alrededor del 3% no ameritan repetir un recorte de 50 pb como lo acordó la FED en su reunión pasada.
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