La confianza del consumidor repunta 13.1 puntos en julio, para ubicarse en 101.7 puntos, con lo cual llega a zona de optimismo (nivel de 100 o más) por primera vez desde marzo de 2008.
En la historia del índice, solo hay dos eventos (ambos negativos) que provocaron un cambio exponencial de un mes a otro.
Septiembre de 2001 (atentado a las torres gemelas en EU) cuando la confianza cayó 15.4 puntos, y enero de 2017, detonado por el gasolinazo que coincidió con la llegada de Trump a la presidencia, causando una caída del índice de 14.7 puntos.
El índice de expectativas para los próximos 12 meses presenta un brinco excepcional de 28 puntos.
Al interior del índice, las expectativas con mejoría notable se encuentran en creación de empleo, situación del país o de miembros del hogar en 12 meses y la disposición de compra de durables.
La confianza de los empresarios repunta de manera más moderada. El indicador de confianza en el sector comercio sube de 47 a 50.7 puntos (50 puntos o más es zona optimista), en manufacturas de 48.6 a 50.7 y en construcción de 46.1 a 49.7.
La mejoría puede explicarse por la disipación de la incertidumbre electoral. La jornada se desarrolló de manera pacífica y sin reclamos importantes. El mensaje del ganador fue conciliatorio y seguido de reuniones constructivas con los empresarios.
Dados los resultados de las elecciones, es lógico atribuir al triunfo de AMLO una mejoría sensible en las expectativas de un amplio sector de la población.
En las elecciones pasadas, el índice de confianza al consumidor apenas se movió 1.9 puntos en 2006 y 2.1en 2012.
Es importante también señalar que la mejoría de la confianza ocurre en una situación de pleno empleo.
Habrá que esperar que la confianza se refleje en un aumento de salarios, empleo y finalmente consumo, ya que las condiciones económicas tienen poco espacio para cambiar en el corto plazo.
Banxico advierte en su último comunicado de política monetaria de un incremento del riesgo a la baja del crecimiento económico.
El próximo gobierno generó expectativas muy altas para un segmento de la población, que podrían resultar difíciles de cumplir.
La disminución en curso del tipo de cambio, y una evolución favorable en la renegociación del TLCAN, podría validar la mejoría de la confianza, o inclusive generar aumentos adicionales.
Por lo pronto, veremos hasta donde dura la fiesta de las expectativas.