De acuerdo a las encuestas del IMEF, la economía mexicana se mantuvo en expansión en noviembre, con un indicador ponderado de servicios en 54.8 puntos (arriba de 50 puntos es expansión respecto al mes previo) y nuevas órdenes en 56.6.
Los servicios son el sector de la economía más importante en términos de PIB y empleo, por lo que esta lectura es favorable para la expectativa de crecimiento del PIB.
Por otra parte, las manufacturas avanzaron sólo modestamente, al reportar el indicador un nivel de 50.8 puntos, mientras que las nuevas órdenes quedaron prácticamente en estancamiento (50.2), con lo que se acumulan siete meses con niveles oscilando alrededor de 50.
Las nuevas órdenes dan idea de la producción futura, por lo que un estancamiento de este rubro anticipa debilidad.
También se conoció el ISM manufacturero en EEUU, en donde por primera vez desde el 2020 el indicador se ubica en terreno de contracción (49 puntos), mientras nuevas órdenes se mantienen débiles (47.2 puntos) y acumulan seis meses en estancamiento.
El indicador de empleo se ubicó en 48.4 puntos y las importaciones en 46.6, una señal que no es positiva para el sector exportador mexicano, muy dependiente del ciclo económico en EEUU.
El panorama para 2023 presentará comportamientos diferenciados, con un sector manufacturero que se está desacelerando en EEUU e impactará a México, tal vez de manera moderada por el traspaso de producción a México, y la resiliencia del sector servicios, pero que será sensible a los costos laborales en un entorno en el que persiste alta inflación.
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