El precio del oro ha rebotado 18.5% desde principios de noviembre.
En este mismo periodo el dólar retrocede 9.8% frente a una canasta de divisas, donde el euro y el yen tienen la mayor ponderación.
El retroceso del dólar ocurre en un contexto de menores presiones inflacionarias (con datos a diciembre) y una clara desaceleración de la economía estadounidense, que genera expectativas en los mercados de un próximo fin del ciclo alcista de tasas de la Reserva Federal.
Sin embargo, un dólar débil y la narrativa de que China recuperará ritmo de crecimiento al alejarse de la política de Covid cero, trae consigo el repunte de varios commodities, como es el caso del cobre, petróleo y gasolina.
La gasolina al mayoreo repunta 27% desde principios de diciembre, mientras que el incremento a nivel retail es de solo 7.5%, lo que deja la puerta abierta a más incrementos al consumidor si se mantienen los precios actuales.
Si bien los últimos datos de inflación fueron buenos, la expectativa ante este repunte de commodities no es tan alentadora. El nowcast de la FED de Cleveland espera un dato de inflación de 0.53% mensual en enero, que sería un fuerte rebote después del -0.1% de diciembre.
Los integrantes de la Reserva Federal insisten en que mantendrán el curso restrictivo de la política monetaria.
Sin embargo, el debilitamiento que se observa de la economía a la par de tasas más elevadas podría generar un paro brusco de la actividad económica, que podría forzar más adelante un cambio de postura de la FED, al tener que conciliar los dos objetivos: estabilidad de precios y pleno empleo.
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