Las exportaciones avanzan 4.9% mensual en agosto, mientras que las importaciones crecen 7.0% .
Las exportaciones están solo 5.0% por debajo de un año antes, mientras las importaciones aun registran una contracción de 19.4% .
El resultado de este comportamiento es un superávit comercial elevado (6,496 mdd). Esto se debe a una recuperación fuerte de la demanda en Estados Unidos y a una debilidad crónica de la demanda interna.
Las órdenes de autos en EU aumentan 2.1% anual en agosto, mientras que la producción manufacturera repunta 17.4% en comparación a abril y ahora solo está 6.6% por debajo de un año antes.
Este repunte de la demanda externa es captado por las exportaciones. Las automotrices reportan -9.8% anual en agosto (-89.5% en mayo) y las no automotrices -2.8% ( -37.1% en mayo)
La debilidad en la recuperación está centrada en el mercado interno. Las importaciones de consumo y de bienes de capital se mantienen muy estancadas, con caídas anuales de 31.5% y 17.0% respectivamente.
La incipiente mejoría se da en importaciones intermedias, que responden a las cadenas de suministro de las exportaciones.
Las empresas manufactureras destinadas a las exportaciones son muy dependientes de la fortaleza y velocidad de la recuperación en EU.
Cambios en la demanda del consumidor a favor de equipo de cómputo, bienes eléctricos, autos está ayudando a impulsar las exportaciones mexicanas.
El eslabón débil es la producción destinada al mercado local, que responde al gasto de consumo y a la inversión.
La reapertura de la economía debe favorecer una recuperación gradual en la medida que la movilidad mejora y el gasto aumentan, sin embargo, tardará tal vez años en algunas industrias para recuperar los niveles de demanda local previos a la pandemia.