La Directora Gerente del FMI -Kristalina Georgieva- publica una nota en IMFBlog sobre el impacto del coronavirus, lo que se sabe y lo que se puede hacer.
Algunos extractos de la nota:
La experiencia sugiere que un tercio de las pérdidas económicas son costos directos: pérdidas de vidas, cierre de lugares de trabajo, y cuarentenas.
Los otros dos tercios serán indirectos, reflejando un retraimiento de la confianza del consumidor y comportamiento de los negocios, y condiciones financieras más restrictivas.
Bajo cualquier escenario, el crecimiento global del 2020 será inferior al del año pasado.
Cuanto caerá dependerá de la evolución de la epidemia, pero también de la oportunidad y efectividad de nuestras acciones.
Esto es particularmente complicado para países con sistemas de salud y capacidad de respuesta débiles.
La prioridad número 1 es términos de respuesta fiscal es asegurar el gasto en salud en el frente para proteger el bienestar de la gente, atender a los enfermos y reducir la propagación del virus.
Segundo, políticas macro-financieras podrían requerirse para enfrentar los shocks de oferta y demanda. Deben estar dirigidos a los sectores, negocios y hogares más afectados.
Un debilitamiento generalizado a través de la confianza y canales de transmisión -incluyendo comercio y turismo, precios de materias primas y condiciones financieras más restrictivas- requerirían políticas de respuesta para apoyar la demanda y asegurar una oferta adecuada de crédito.
Tercero, liquidez adecuada será necesitada para neutralizar riesgos de estabilidad financiera.
El FMI tiende disponible 50 mil millones de dólares a través de su facilidad de emergencia de rápido desembolso para países de bajos ingresos y economías emergentes que pudieran necesitar apoyo
Como puede comprenderse de las prioridades que presenta la Directora del FMI, las preocupaciones a nivel económico consideran los impactos directos e indirectos del coronavirus sobre la oferta y demanda, pero también preocupan las condiciones financieras, para evitar riesgos de estabilidad.
Los efectos en México son inevitables. Las exportaciones empiezan a resentir los impactos del coronavirus y algunas industrias como turismo y transporte se verán impactadas.
A su vez, las condiciones financieras no son las más adecuadas para enfrentar la epidemia.
Una política monetaria prudente mantiene al día de hoy tasas de interés de las más altas del mundo, al tiempo que el crédito a los negocios presenta una marcada desaceleración.
La prolongación de los efectos de la crisis actual, requeriría medidas a nivel fiscal y financiero. La pregunta es si en ese escenario habría la capacidad de respuesta.