La Reserva Federal aumentó 75 puntos base la tasa de interés de fondos federales para llevarla al rango 3.0- 3.25%, a la vez que elevó su pronóstico de tasas para cierre de año a 4.4% y a 4.6% el siguiente, contra 3.4% y 3.6 % respectivamente en la proyección de junio.
Los mercados financieros reaccionaron al anuncio con aumentos en las tasas de mediano y largo plazo y caídas en las bolsas.
En lo interno vuelve a sorprender la inflación que se ubica en 8.76% anual y la subyacente en 8.27%. Este último componente, que excluye productos volátiles, da una idea más clara de la inercia de precios en el mediano plazo.
La subasta extraordinaria de valores gubernamentales de ayer da como resultado un rendimiento de 10.48% para el cete a un año, el mayor registrado desde el 2001.
El escenario es adverso para Banco de México, que tendrá su anuncio de política monetaria el siguiente jueves.
De validarse las expectativas del mercado de futuros y de bonos, tendríamos las tasas de interés más altas desde que se adoptó el esquema de objetivos de inflación (3 +-1%).
Los costos indirectos de tasas altas para la economía son una mayor carga financiera para familias y empresas (aunque la profundidad financiera local es de las menores en Latinoamérica) y un incremento en los intereses que paga el gobierno, restándole recursos para otros gastos.
Ante la proyección de la SHCP de un déficit fiscal de 4.1% del PIB en el 2023, las subestimaciones en costos financieros y sobre estimaciones en ingresos públicos pueden traer como resultado un déficit mayor, con consecuencias para otras variables.
Para un mayor análisis lo invitamos a nuestro Forex titulado “Restricción Global de Liquidez: Impacto en Divisas” el siguiente jueves a las 4:00 pm.
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