De acuerdo con información de SHCP, el gasto en pensiones en 2023 fue de 4.1 puntos del PIB, el más alto en la historia. Esto responde al envejecimiento de la población y tenderá a incrementarse en los próximos años. En 2018 la proporción era de 3.3% del PIB. En el primer cuatrimestre del 2024 el gasto en pensiones ha aumentado 8.5% real frente al año previo, es decir, se mantiene una tendencia creciente.
A su vez, el costo financiero subió a 3.3 puntos del PIB el año pasado, el más alto desde 1996, en un entorno donde el país salía de una crisis financiera y las tasas de interés se encontraban exageradamente altas. En comparación con el 2018, la proporción era 2.5% del PIB. En 2024 el gasto en intereses de la deuda pública se estima suba 0.8% en términos reales.
Curiosamente el rubro de subsidios y transferencias representó 3.7% del PIB en 2023, que es un nivel que ya se había alcanzado en 2015. Sin embargo, este gasto ha aumentado 0.7 puntos del PIB desde 2019, debido al aumento de los programas sociales. En este año las erogaciones estimadas suben 50% en términos reales, por lo que la razón a PIB subirá.
Podemos ver que el gasto en subsidios (transferencias sociales a personas e instituciones) representó 29% de los ingresos tributarios en 2023, cuando a finales de 2018 representaban 23%. Las pensiones pasan en ese mismo lapso de 26 a 29% y el costo financiero de 20 a 22.6%. Estos tres rubros demandan mayores montos de financiamiento, en un contexto de ingresos que crecen poco.
El gasto público ha aumentado 2.5 puntos del PIB en lo que va de la actual administración, que se compara con solo un punto de aumento de los ingresos públicos. Las estimaciones para este año son de un gasto equivalente a 26.9% del PIB, el más alto en la historia, frente a ingresos de 21.9 puntos del PIB.
Este desequilibrio generará un déficit público estimado de 5.9% del PIB, que elevará el endeudamiento del gobierno de 46.8 a 50.2% del PIB.
Cabe señalar que este presupuesto está diseñado con un tipo de cambio que finaliza el periodo en 17.80, por lo que de cerrar más alto inflaría el concepto de la deuda externa y de los pagos de intereses.
Los retos para regresar a razones sostenibles las finanzas públicas se acrecientan, tanto por los cambios en las variables financieras como por los riesgos macroeconómicos.
La Secretaría de Hacienda presenta en Precriterios de Política Económica 2025 un déficit público (RFSP) de 3% del PIB, que equivale a un ajuste significativo de 3 puntos del PIB, que sería el mayor desde la década de los 90´s de acuerdo con análisis del CIEP.
Sin duda plantear oficialmente un déficit “manejable” de 3% del PIB para el próximo año está en línea con lo que demandan los mercados y las calificadoras para mantener la factibilidad de que las finanzas públicas puedan regresar a un nivel sostenible.
El ajuste recaería en menor inversión (por la conclusión de las obras emblemáticas de la actual administración), subsidios, gastos personales y costo financiero. Este último rubro fue calculado en Precriterios 2025 con una tasa de 8.1%, lo cual es un supuesto optimista ante el alza reciente de las tasas de largo plazo y menores grados de libertad en las decisiones de Banxico para bajar la tasa TIIE 1 día en un entorno de volatilidad cambiaria.
Luce complicado un ajuste fiscal de 3 puntos del PIB en 2025 sin provocar un impacto sensible en el crecimiento de la economía, que a su vez impactaría los ingresos tributarios.
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