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El IGAE, que es el indicador de la actividad económica de nuestro país, rebota 1.4% mensual durante febrero, después de una caída de 0.9% en enero.


Las actividades primarias repuntan 16.5% mensual, después de una caída de 13%. La volatilidad en este sector ha sido elevada en los últimos meses, complicando su análisis.


Respecto a las actividades terciarias (comercio y servicios) avanzan 1.2% mensual, y alcanzan un máximo histórico después de un virtual estancamiento desde finales de 2023. Comercio mayorista (+4% mensual), salud (+1.2%) transporte y mensajería (+0.7%) y servicios financieros (+0.6%) presentan un buen desempeño.


Con ello el crecimiento del sector terciario oscila por el 3.2% anual, superior al 2.6% promedio de la economía.


La industria retrocede 0.1% durante febrero, explicado por una caída de la construcción de 2.5% mensual mientras las manufacturas rebotan 0.5%.


Ante la expectativa de menor inversión pública en los siguientes meses, es posible que el nivel de actividad de la construcción se estanque o sea menor al de 2023.


El dinamismo del sector industrial dependerá del grado de sincronización de las manufacturas locales con la dinámica global que está rebotando.


Para 2024 el crecimiento agregado de la economía dependerá en gran medida de los servicios ante el freno de la construcción, a diferencia del año anterior cuando registró un avance del 15%. 

De acuerdo con el indicador oportuno del consumo privado, el avance mensual durante marzo fue de solo 0.1%, y en el primer trimestre del año presentaría una caída de 0.5% anualizado frente al trimestre anterior.

 

El incremento a tasa anual del consumo es de 2.9% en este periodo, el cual se aleja de los crecimientos del 4 - 5% que se tenían hasta mediados del 2023.

 

La estadística llama la atención pese al incremento de los salarios mínimos, aunque también el empleo da señales de desaceleración, sobre todo en el sector industrial.

 

Por otra parte, las ventas ANTAD crecen 6.9% anual promedio en el primer trimestre, por lo que al descontar la inflación el incremento sería de 2.3% real, una cifra más en línea con el crecimiento agregado de la economía.

 

Con datos de BBVA su modelo de gasto estima una reducción de 1.1% en el consumo total, en el cual los servicios caen 2% y los bienes no presentarían avances. El reporte destaca que sería la mayor caída del gasto desde septiembre del 2023.

 

Como se observa, el dinamismo del consumo al arranque de este año no ha sido el deseado, pese al adelanto de las transferencias sociales por motivos electorales.

 

Con la información en la mesa, parece que el consumidor prefiere ahorrar estos recursos que destinarlos a su uso inmediato.

La volatilidad anunciada por las optimistas proyecciones de la Reserva Federal se está materializando.

 

En su actualización de proyecciones trimestrales de marzo previó un recorte de 75 puntos base (tres recortes de 25 pb) en el 2024 bajo el escenario de una inflación anual de 2.4%.

 

Lejos de continuar el proceso de desinflación, los últimos datos de inflación conocidos muestran un repunte significativo.

 

Bajo la métrica preferida de la FED, el PCE, la inflación bimestral anualizada de enero y febrero se ubicó en 4.34% impulsada por la inflación en servicios en una economía que aun opera a pleno empleo.

 

El reciente aumento de materias primas, de manera relevante la gasolina, viene a añadir presiones inflacionarias.

 

En ese contexto, las tasas de bonos del tesoro a 10 años han repuntado de 3.9% a fines del 2023 a 4.6%.

 

El mercado se desencantó finalmente del optimismo de la FED y espera solo entre 1 y 2 recortes este año, sin tener claridad cual es la perspectiva de mediano plazo en una economía que trae el impulso del gasto de gobierno, subsidios, y una política comercial proteccionista que por sí misma es inflacionaria.

 

El alza de tasas de bonos es veneno para las divisas latinas por su impacto en los flujos de capital y en el apetito por riesgo.

 

Es importante para las áreas de Finanzas estar capacitados para analizar y anticipar el impacto del contexto financiero externo sobre la divisa mexicana.

 

EconoFinanzas ofrecerá un seminario ejecutivo en el que se abordarán las variables clave externas e internas que impactan al peso, de corto y largo plazo, la determinación de la paridad teórica y las alternativas para administrar la volatilidad y el riesgo cambiario.

 

El inicio es el 10 de junio, en formato digital en 6 sesiones de 2 horas.

 

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